Así arribamos sin destino,
Nos encontramos en nuestros ombligos,
Casi sucios de nacer,
Casi abandonados por nosotros mismos.
Tenemos las lágrimas largas
De tanto confesar que no queremos andar,
Que no queremos sentir el
Cóncavo vacío de nuestro ombligo.
M.F.
M.F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario