Solo quiero llover, es tan frustrante tener las manos calladas, se silencian. Calladas como el recorrido de esta lágrima insidiosa que ni siquiera se atreve a caer.
Me olvido de mi idioma, ya no puedo ni recordar las palabras, pero me relleno de sentimientos que soy imposible de demostrar. Tal vez mañana -me repito a diario. ¡Pero no puedo! ¡Ya no más! siempre hay una distracción que me hace olvidar para qué estoy tocando este liso papel que siempre me evita, y que duele como si lo amara ...como si me odiara (y vuelvo a olvidar de mi idioma).
No quiere saberse comprendido ¡me niega! ¡me niega!. Pero no dejaré que las hojas se mojen. Me sacaré el corazón a partir de ahora, para escribir con sangre y latidos, día a día mejorar esta relación, este compromiso creador y destructor. Me vas amar.
M.F.
M.F.
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