martes, 25 de agosto de 2015

Gregorio Avanza

A mi mejor amigo

Nos encontramos en la nada y fuimos felices, cabíamos en un bar sin excusas. La noche siempre fue eterna para nosotros, como los abrazos y los golpes que nos dimos al encontrar el estado relativo de las cosas multiplicadas con vasos de whisky y ron. 
Añoramos días en que podíamos besar a nuestra manera la vida, embriagados de amor, embriagados de amantes, embriagados de luna y risas. Casi siempre cumplimos con los requisitos de discreción y confianza, nos hemos amado hasta casarnos, y no nos hemos cansado de insultarnos. Siempre habrá por lo que pelear, siempre habrá por lo que abrazarnos y besarnos, proclamar nuestro eterno amor y gran amistad, y sobre todo siempre habrá por lo que seguir embriagándose. ¡A tu salud y a la mía! por que somos dos personas distintas destinadas a estar juntas. Para cuando lleguemos a la senectud, olvidar si éramos hermanos, amigos, amantes, esposos, padre o hija, madre o hijo, o dos basurillas que se encontraron en un bar y que no tuvieron más remedio que mirarse a la cara, hacerse compañía y tomarse el pelo de vez en cuando. 

Te quiero y con amor de chocolante mi querido amate.

3 comentarios:

  1. awwww! llorando estoy esposamigamana! gracias amate, mas tarde te dare un chocolante!! <3

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar