viernes, 7 de octubre de 2016

Carta a un ser

Desde el más allá te escribo, viendo como pasan los días, atrapada en tu espejo, te veo. Te veo dormir y susurrar, te veo llorar e invocar, te veo suspirar, te veo a los ojos sin poder hablar.

Me dejaron permanecer aquí, sólo para seguir viéndote y jamás olvidarme de ti, ver como creces y envejeces ver lo que aspiras y tus alegrías. Me dejaron atrapada en tu espejo con la condición de que nunca más te hable, de que nunca más me manifieste, o sea, es decir, nunca más sabrás de mi.

Hoy despertaste, tarde como siempre, sudoroso todo rico tan amoroso. Te he besado y no te has dado cuenta, te he llorado pero mis lágrimas ya están secas. Me recosté a tu lado e intenté poner mi cabeza en tu pecho, ese pecho que tenía una dueña, esa dueña era yo.

Con tristeza escribo en el espejo y se empaña.

"Lo más hermoso de la vida siempre será amanecer junto a ti, verte amanecer, ver el día a través de tus ojos cuando se abren. y en mi memoria habita ese recuerdo de los días tan maravilloso que pasé junto a ti. Nada importa porque ya nada existe, pero importa ese único recuerdo: ver el amanecer a través de tus ojos. Te he amado como en las películas, te he llorado como en las novelas y te he pesando y te he querido como mujer amante y amorosa."

No hay comentarios:

Publicar un comentario